HERPES ZOSTER

Herpes Zoster

El herpes zoster es la reactivación del virus varicella-zoster (VZV), que es el virus que causa la varicela en la infancia. Este virus permanece “adormecido” en los ganglios nerviosos y se reactiva cuando hay una baja de la inmunidad celular (defensas bajas) causando una forma diferente de esta infección llamada herpes zoster.

El herpes zoster se caracteriza por la aparición de un rash con vesículas (pequeñas ampollas) que son muy dolorosas y que se distribuyen a lo largo de los dermatomas (trayecto de los nervios en la piel), por lo que puede dar un aspecto en cinturón (de ahí el nombre zoster).

La enfermedad inicia con dolor en la piel localizada a un lado del cuerpo que puede ser cara, tronco o una extremidad. Después de 48 a 72 horas aparecen el rash y formación de vesículas que pueden acompañarse de malestar general, dolor de cabeza e incluso liebre. Las vesículas pueden romperse y ulcerarse y finalmente se forman costras y se secan. El dolor es un síntoma presente en la mayoría de los casos, caracterizado por ser punzante, quemante y ardoroso. Las lesiones de piel se resuelven
alrededor de lO-l 5 días.

Las personas con herpes zoster son contagiosas hasta que se secan las lesiones; durante este tiempo puede ser probable la transmisión de varicela a personas que no la hayan padecido. Estas personas deben de evitar a las personas ancianas, los inmunocomprometidos, mujeres embarazadas o personas sin antecedentes de varicela.

Si el sistema inmunológico está comprometido, le herpes zoster puede ocasionar complicaciones severas. La más común es la neuralgia postherpética.

La neuralgia postherpética es un dolor persistente y constante que puede durar 30 días o más después de que las lesiones hayan secado. Se presenta hasta en un 50% de los casos. La neuralgia postherpética es un dolor intenso, profundo, con sensación de hormigueo y toques eléctricos. En algunos caso puede llegar a ser incapacitante y durar desde meses hasta años.

Se consideran graves los casos con afectación del sistema nervioso central. Cuando se afecta la rama del trigémino (5to nervio cranial), pueden afectarse las estructuras oculares y perioculares (herpes zoster oftálmico) que pueden ocasionar ceguera si no se trata a tiempo. Cuando se afecta el nervio auditivo, puede ocasionar sordera y vértigo.

El herpes zoster se presenta más frecuentemente en la tercera etapa de la vida, a medida que la inmunidad va disminuyendo. En esta etapa también
se tiene más riesgo de desarrollar complicaciones, como la neuralgia postherpética

Una vez padecido el herpes zoster es muy raro volver a presentar otro episodio. Solo el 4% pueden llegar a presentar más de un episodio de herpes zoster.

Los síntomas y lesiones se resuelven al cabo de 10 a 15 días, la duración del dolor es variable pero generalmente menos de 1 mes. Si dura más e un mes se refiere como neuralgia postherpética.

El diagnóstico de herpes zoster es clínico y no se necesitan estudios de laboratorio.

El herpes zoster se autolimita incluso sin tratamiento, pero los tratamientos reducen el tiempo y extensión de la enfermedad, asi como el riesgo de presentar complicaciones como la neuralgia postherpética.

El tratamiento consta de antivirales a dosis altas, asi como antiinflamatorios potentes. En el caso de la neuralgia postherpética se administran agentes neuroactivos, anticonvulsivantes y antidepresivos.

La única forma de prevenir el herpes zoster es evitar la infección primaria por el virus de varicela. Para esto existen numerosas vacunas contra el virus de la varicela. En caso de haber padecido varicela, mantener un buen estado inmunológico puede evitar que el virus se reactive. En Estados Unidos existe una vacuna para prevenir el herpes zoster en adultos, y se recomienda vacunar a todas las personas mayores de 60 años, tengan o no antecedentes de varicela.