Hiperhidrosis
La hiperhidrosis es una condición donde hay una sudoración en exceso, más allá de la requerida para la regulación de la temperatura corporal normal. La hiperhidrosis puede aparecer en la infancia 0 en la adolescencia. Los sitios que más se afectan son las palmas de las manos, las plantas de los pies y las axilas. Pueden verse afectadas
personas de cualquier sexo y edad.
La hiperhidrosis puede no tener causa aparente o ser secundaria a enfermedades como alteraciones metabólicas (diabetes, tiroides, etc), medicamentos y enfermedades febriles.
En la mayoria de los casos, es de carácter emocional (se presenta cuando hay estrés o emociones fuertes). Solo en caso de sospechar alguna alteración metabólica se realizan estudios de laboratorio para descartar estas entidades.
El tratamiento de la hiperhidrosis suele ser algo dificil. Para los casos leves se recurre a tratamientos aplicados que contengan cloruro de aluminio. Sin embargo, con el tiempo estos productos pueden causar sensibilidad e irritación del área en donde se aplican.
Los medicamentos que se disponen para tratar la hiperhidrosis, como los anticolinérgicos, (que se encargan de disminuir la secreción de sudor) pueden ser de baja efectividad, además de ocasionar efectos colaterales, como visión borrosa, ojo seco y constipación; por lo que su uso es limitado. Otros medicamentos como los antidepresivos tricíclicos y los beta-bloqueadores como el propranolol (medicamento hipertensivo), tienen resultados moderados.
El método de iontoforesis consiste en pasar corriente galvánica por la piel, la cual se sumerge en agua o solución fisiológica durante unos minutos, para provocar un taponamiento de los conductos de las glándulas sudoríparas. Es un método económico y sencillo que incluso se puede realizar en el hogar, sin embargo es un proceso gradual que requiere de varias sesiones (lº a 15) para lograr una disminución del sudor, y su efecto es temporal. Su efectividad también es relativa; algunas personas responden bien al tratamiento, mientras que otras no responden en lo absoluto. Este método se utiliza sobre todo cuando la hiperhidrosis se localiza en palmas o plantas.
Para los casos moderados a severos existe la toxina botulínica (Botox), que limita la sudoración al bloquear las terminales nerviosas encargadas de llevar la señal de sudoración. Es un tratamiento seguro y efectivo, pero puede ser costoso y de duración corta (4 a 6 meses). Aunque casi no hay efectos colaterales, algunos pacientes se quejan de debilidad muscular en la mano que se resuelve al poco tiempo.
Antes de cualquier tratamiento se realiza la prueba de Minor (aplicación de yodo y almidón) para una visualización directa de las áreas con hiperhidrosis. Las áreas donde hay más sudoración se pintan de color negro. Esta prueba ayuda a dirigir el tratamiento a las áreas más afectadas.
Existen también los procedimientos quirúrgicos que generalmente se reservan como última opción, pero que pueden dar una solución definitiva a la hiperhidrosis palmar (simpatectomia) y la axilar (liposucción subcutánea de axila). Ambos procedimientos son seguros y con muy buenos resultados. En el caso de optar por la cirugia, el médico cirujano especialista es el ideal para realizar estos procedimientos.