Quiste Epidérmico
Los quistes epidérmicos son lesiones abultadas, como nódulos que varían en tamaño y que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, sobre todo en cara, piel cabelluda, cuello y tronco. Pueden tener un poro central por donde eliminan un material de olor fétido como “queso rancio”.
Se originan a partir de la oclusión del folículo pilosebáceo, por una proliferación de las células epidérmicas que se encuentran dentro de la dermis.
Afectan a ambos sexos pero son más frecuentes en hombres. Un tipo de quistes epidérmicos muy pequeños, denominados milia, se presentan en los neonatos.
Los quistes epidérmicos son lesiones benignas, pero existen casos en donde se pueden asociarse a malignidad.
Generalmente son asintomáticos, pero pueden inflamarse e infectarse, volviéndose dolorosos y sensibles.
Los quistes asintomáticos no necesitan tratamiento. Pueden aplicarse un corticoide intralesional (dentro del quiste) para acelerar el proceso de desinflamación. En casos de infectarse y formar abscesos, se prescriben antibióticos potentes y antiinflamatorios. Se puede drenar el material purulento en caso de estar infectado, pero esto no eliminará el quiste del todo.
La extirpación quirúrgica es la única forma de evitar que el quiste regrese. Si no se retira la pared del quiste por completo es posible que la lesión vuelva a formarse.