Radiofrecuencia
La radiofrecuencia tiene como objetivo calentar el tejido graso de la dermis para conseguir 3 efectos:
- El calentamiento de las fibras de la dermis que sujetan y contienen los nódulos grasos, vulnerables al calor, que favorecerá el drenaje linfático.
- El incremento de la circulación sanguínea del área tratada, que mejorará el metabolismo del tejido graso.
- La remodelación del colágeno existente y la generación de colágeno nuevo, para conseguir la contracción cutánea y corregir la flacidez.
Su funcionamiento consiste en la selección de la intensidad de la emisión inicial, que calienta gradualmente los tejidos. Una vez que la superficie de la piel alcanza los 40º C se produce un calentamiento en profundidad totalmente seguro para la piel, ya que no se emiten picos de energía súbita y además la pieza de mano ajusta automáticamente la emisión de energía en función de la impedancia del tejido tratado.
El número de sesiones es variable y debe ser establecido por el dermatólogo, según las características de cada paciente. Para obtener resultados satisfactorios se consideran necesarias un mínimo de 6 sesiones, cuyas cuatro primeras se aplicarán cada semana o cada 15 días, y las cuatro restantes se realizarán espaciadas en el tiempo.